Krux es sinónimo de good vibes, estilo y tecnología aplicada al skateboarding. Desde su lanzamiento en los años 90, la marca californiana se ha ganado el respeto de la escena por su enfoque único: productos de calidad con un giro creativo y un espíritu irreverente.
Conocidos por su giro suave, sus colores atrevidos y su mítico logo de la cruz sonriente, los ejes Krux han evolucionado sin perder su esencia. Su último avance, el DLK (Down-Low Kingpin), mejora el rendimiento en grinds técnicos sin sacrificar diversión ni ligereza. Y con su geometría K5, ofrecen un turning más preciso y una durabilidad mejorada.
Skaters de street, bowl y park eligen Krux no solo por sus prestaciones, sino porque cada par transmite una personalidad propia. Si quieres montar diferente y patinar con flow, estás en el lugar correcto.